Los ángeles quieren invitarlos a disfrutar la soledad. Para eso, es importante re-definirla. Nos enseñan que estar solos es que nadie se preocupe por nosotros o que nadie nos entienda o haga favores. Cuando esto no es cierto. Esta emoción de tristeza o desasosiego, que llamamos soledad, es el resultado de vivir pendiente de lo que los demás quieren, sienten o piensan. Es la necesidad de aprobación y reconocimiento. En estos momentos, la energía del planeta, nos está dando una lección común: Quiérete y cuídate a ti mismo buscando tu verdad en tu corazón. Es decir, sentir y validar las emociones, expresándolas con respeto y claramente. Muchas veces y casi de manera inconsciente, hacemos o dejamos de hacer las cosas esperando la respuesta o reacción de otros. Otras veces, hacemos lo que creemos que va a agradar a los demás y aunque no lo tengamos claro, estamos esperando algo a cambio. Cada vez que pensamos lo que vamos a hacer dependiendo la reacción de otro : se pone bravo o le va molestar, o sencillamente para evitar problemas, estamos bloqueando nuestra energía y la de los demás.

También decimos: “cómo me hace esto” o “Todo lo que he hecho por el/ella y mira como me paga.”. Cualquier expresión de este tipo lleva implícito que cuando actuamos, lo hicimos en contra de lo que queríamos o por agradar. Es tan sencillo que cuando actuamos desde nuestra verdad, así el otro se moleste, sentimos tranquilidad por la acción. Lo que quiere decir que, aunque preferíamos que fuera diferente y la persona no se molestara, eso es lo que había que hacer. La invitación de los ángeles es : revisar lo que sentimos antes de actuar o hacer algo que involucra a otros, asegurándonos que no estamos yendo en contra de lo que nos da tranquilidad o que estamos buscando aprobación. Esto se hace preguntándose “ Si la persona no se molesta qué haría? y ¿Si la persona se molesta qué haría? Si la respuesta es diferente es porque dependemos de los demás para decidir. Esto trae implícito, que se actúa con respeto, equilibrio y buscando el bienestar de todos los involucrados y no lo hacemos por rabia, venganza o para manipular. Una persona que define la soledad como falta de interés de otros en su vida es porque no tiene una vida propia para disfrutar.
Habiendo entendido esto, los ángeles definen soledad como un estado de consciencia en el que se disfruta la compañía de uno mismo. Es el silencio necesario para escuchar nuestro corazón, ser creativos y abrirnos a las alternativas. Este es necesario pues el ruido del día a día, las obligaciones y opiniones de otros crean una “estática” que evita sintonizarnos con nuestra misión y aprendizajes. Por eso es importante tomarse el tiempo para estar solos, esto incluye apagar el celular, no ver correos electrónicos o cualquier cosa que nos haga “compañía” a si sea virtual. El ser humano necesita estos espacios para conectarse consigo mismo, con lo que verdaderamente quiere y siente. En estos espacios de soledad, es más fácil sentir y vivir la presencia de los ángeles seres de luz y DIOS.
La presencia de amigos, familiares, colegas y conocidos no quita la soledad basada en la necesidad de aprobación y reconocimiento. Por eso mucha gente se siente sola aunque este rodeada de otros. La verdadera compañía, trae bienestar o aprendizajes (dolor) pero no define lo que sentimos acerca de nosotros mismos. En otras palabras, disfrutar nuestra soledad nos hará libres.
Recuerden, atraemos a nuestra vida personas que tienen una manera similar de ver la vida. El viejo adagio popular “Dime con quién andas y te diré quién eres”, lo resume perfectamente. Si quieres atraer otro tipo de personas a tu vida, cambia tu.

Es importante aclarar que los ángeles me han enseñado que nos necesitamos los unos a los otros para crecer, aprender y cumplir nuestra misión, sin embargo, esta compañía debe dar libertad y no quitarla. Si verdaderamente no hay NADIE en nuestra vida, no tenemos amigos, es porque tenemos miedo y no nos abrimos. Una persona feliz, siempre tiene amigos. Si quieres compañía que te ayude a sentirte libre, trabaja en ti. Haciendo cosas que te produzcan felicidad y empieza por aprender a estar sólo. Si tú mismo no disfrutas contigo, cómo esperas que los demás lo hagan.

La verdad es que nunca estamos solos, pues siempre estamos con nosotros mismos y con los seres de luz que nos acompañan. Es una compañía diferente, que no juzga ni espera nada de nosotros, que entiende los miedos, y los sueños…. Eso es lo que queremos… entonces hay que estar “solos” para sentirlo y recibirlo.

Regalense un día al mes para disfrutar la soledad!!!
un abrazo de luz, Maria Elvira
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