Esta semana los ángeles nos quieren contar acerca de lo que llamamos la muerte y ellos dicen que es el “REGRESO AL HOGAR”. Les recuerdo que esta es mi experiencia, y la comparto amorosamente con ustedes. Tomen lo que les resuene y dejen a un lado lo que no, con amor y sin juzgar. Escribo del tema, pues últimamente en mi vida he tenido experiencias cercanas de regreso al hogar y he aprendido mucho. Con amor, espero que los apoye y ayude a hacer de este proceso un momento de agradecimiento.

Cuando he trabajado con los ángeles este tema, siempre me dicen que recuerde alguna vez que estuve de vacaciones o lejos de mi hogar, y empecé a sentir que quería volver a mi casa, a mi cama y la las cosas conocidas. Esto es la muerte, el regreso a donde pertenecemos a un lugar donde estamos protegidos y en paz. ES un estado de unión con Dios y los seres de luz que produce un profundo bienestar. Según mi experiencia, Dios es amor, y como un maravilloso padre, lo único que quiere para nosotros es que seamos felices, por lo tanto, al momento de regreso a casa nos espera como un papá que espera el regreso a casa de sus hijos. Esto es lo primero que quiero compartir con ustedes hoy: Dios los espera en lo que llamamos “cielo”, siempre y sin condiciones. El cielo es un estado de consciencia, no un lugar. Para ponerlo sencillo, es una forma de sentirse, en donde no hay miedo, no hay tiempo y podemos disfrutar constantemente la compañía de nuestros seres queridos que llegaron antes que nosotros, de acompañar a los que están viviendo en este plano, sin sentir angustia o ansiedad. y disfrutar de todo lo maravilloso que trae estar unidos a Dios. Puede ser difícil de entender, pero es fácil de sentir. Cierren los ojos y sientan un amor inmenso e ilimitado, pueden pensar en sus hijos o alguien que quieran mucho!!! Mantengan la emoción en su corazón lo más que puedan. Esto es lo más cercano a lo que sentirán en el cielo: estar inmersos y rodeados de amor.
Regresamos al hogar, cuando ya hemos cumplido nuestra misión (el suicidio es otro tema, esto solo trata de las muertes “Naturales”), en esta vida y aunque produzca dolor para los que se quedan, es un momento para agradecer lo vivido juntos.
Hoy quiero enfocarme en cómo apoyar a los seres queridos que están en este proceso. Lo primero es decirles que pueden irse cuando sientan que llegó el momento. Muchas personas resisten la muerte por tener situaciones que consideran pendientes. Ayúdenles a cerrarlas. Pregúntenles si sienten que hay algo que quieren hacer o que hagan por ellos. Cada familiar cercano debe tener un tiempo con la persona para hablar con ella sinceramente. Siempre cerrando la conversación agradeciéndoles y recordándoles que desde el “otro lado” podrán ayudarlos mejor. En este paso, no importa si la persona está consciente o no, pues ellos oyen y entienden todo.
Segundo, decirles que piensen en quién los va a recibir. La mayoría de las personas que han tenido una enfermedad prolongada, empiezan a ver una luz o luces que representas a sus maestros ( Jesús, María, Buda etc.) y a los seres queridos que han regresado antes que ellos. Muchos empezarán a hablar de ellos. Tienen un comité de bienvenida. Si la muerte es rápida (un accidente), verán inmediatamente este comité y no sentirán miedo. Hablen de los seres queridos con quienes se quieren encontrar, de los maestros y ayúdenles a estar pendientes de LA LUZ que aparecerán en la habitación COMO UNA SEÑAL DE QUE LOS ACOMAPAÑAN Y EL REGRESO AL HAGAR SE ACERCA . Aunque genere tristeza, lo cual no es malo, compartan este momento con entusiasmo.
Tercero, decirles que cuando llegue el momento, y mueran, lo primero que sentirán es como si se hubieran sanado y podrán ver a su alrededor todo como cuando estaban vivos. Pueden tomarse un tiempo para despedirse de sus seres queridos, sin embargo, deben buscar una luz (Dios) e ir hacia ella. Es como un portal, entrar en esa luz, es una decisión del alma y por lo tanto ellos definirán cuando lo hacen. Entre más rápido lo hagan, mejor, pues allí encontrarán tranquilidad y desde la LUZ podrán seguir acompañando a sus seres queridos. Desde esta luz o estado, ellos tendrán un entendimiento del plan divino de cada uno de sus familiares y podrán guiarlos sin angustia. Sintiendo y sabiendo que todo lo vivido tiene una razón de ser. Recuérdenle, que pronto estarán juntos nuevamente en la luz y que es más el tiempo que van a estar juntos, que el que están separados.
Los ángeles me han enseñado, que el “regreso al hogar” de un ser querido siempre nos deja un regalo. Como parte del proceso de duelo, es importante que identifiquemos qué nos dejó esa persona y decidamos honrar su memoria aprovechando ese regalo. Tengo una persona que fue a mi consulta por la muerte de su esposo y descubrimos, que el regalo que le había dejado era : “pensar en ella misma por primera vez en 40 años”. Ella había sido una esposa y madre dedicada y ahora con los hijos grandes y su esposo en el hogar, iba a tener tiempo para dedicarse a lo que siempre había querido que era, viajar y volver a estudiar. Aunque doloroso, entender el regalo de su esposo la llenó de tranquilidad y decidió vivirlo así. Esto le ayudó a liberar el dolor y agradecer lo vivido. Para buscar el regalo, sólo tiene que preguntarse, ¿ Que aprendí a su lado y que nueva claridad tengo acerca de la vida con su partida? Pidan el apoyo de sus ángeles, maestros y el ser querido para encontrarlo.
Hay un lindo ejercicio o ritual que pueden hacer como familia para llenarse de luz y tranquilidad: reúnanse después del momento de regreso al hogar y agradézcanle a la persona uno por uno, ya sea en voz alta (lo recomiendo), o en silencio, por alguna enseñanza o aporte que dejaron en su vida. Recuerden, ellos pueden oírlos y verlos, y al sentir el amor y agradecimiento que los une, todos podrán liberar y el alma pasará a la luz en paz. Cada cultura o religión tiene sus rituales, incorpórenlos al este proceso. Rezar o meditar, sintiendo a Dios y los maestros y Ángeles, les ayudará a liberar la tristeza.
El Arcángel que apoya el proceso de duelo y desprendimiento es Azrael, llámenlo para que los apoye en el duelo y para que guíe el alma hacia la luz. Su amor y energía los ayudará a sanar el dolor.
En la próxima entrega, hablaré de cómo sentir su presencia y apoyo desde el hogar y mantenerlos cerca de través de nuestro corazón.
Un abrazo de luz, Maria Elvira
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