Este es un testimonio de algo que nos paso a mi hermana, mi mamá y a mi. Resulta que nos fuimos a un tour a Argentina a conocer las cataratas de Iguazú, no logramos conseguir alguien que nos hiciera un tour por el lado de Brasil, así que decidimos hacerlo por cuenta de nosotras, contactamos una persona que nos llevó hasta la entrada del parque en Brasil y quedamos en que nos recogía a cierta hora. Nos advirtió que tuviéramos mucho cuidado con la hora porque cuando el ultimo bus salía, no quedaba alguien en el parque. Nosotras entramos al parque y cuando preguntamos al conductor del bus que nos llevaba hasta las cataratas, que a que hora nos recogía para llevarnos a la salida, resultó que el señor solo hablaba portugués y como ya casi era hora de cerrar, no había un guía que hablara en español. Lo complicado del asunto es que el conductor no nos entendía y nosotras tampoco a Él, y no había alguien en el bus que hablara al menos inglés. El conductor, después de preguntarle como 20 veces que si nos recogía en el mismo lugar nos dijo que si (creemos que dijo eso sin entender lo que le preguntábamos, solo porque ya estaba desesperado…)
Nosotras muy cumplidas esperamos el bus en el sitio que nos dijo a la hora indicada. Habian otras personas en ese mismo punto que también estaban esperando el bus, así que nos tranquilizamos. Sucedió que vimos a lo lejos, pasar el bus con el conductor que nos había llevado hasta allí, pero no nos asustamos porque en donde estábamos nosotras había más gente. Cuando llegó otro bus y nosotras nos íbamos a subir, resultó que era un tour privado de unos franceses y no nos dejaron subir al bus, nos cerraron la puerta y nos dejaron ahí…. solas…..
Empezamos a caminar porque aunque sabíamos que era lejos no teníamos la dimensión de la distancia tan enorme que era caminando….. Empezó a oscurecer, y debido a que es una reserva ecológica, no hay luz artificial, solo la de la luna; además no hay rejas o mallas o algo así que separe la selva del camino por donde estábamos nosotras. Empezamos a ver letreros que advertían sobre pumas y otros animales peligrosos en la zona. Caminábamos cada vez mas rápido porque estábamos en la mitad de la selva y sabíamos que ya no había alguien en el parque, la oscuridad de la noche empezaba a cubrirnos y con ella los sonidos de los animales en la selva. Era horrible!!! pero lo peor fue cuando vimos un letrero que decía la cantidad de kilómetros que faltaban para llegar a la salida, al hacer la cuenta a la velocidad promedio a la que íbamos, podríamos caminar durante 3 horas mas y no llegaríamos……
En el camino se nos apareció el primer animal, afortunadamente era solo un venado, pero el terror de sentirnos perdidas y solas en semejante selva, nos causo un ataque de pánico. Ya no sabíamos que hacer, así que a punto de llorar, empezamos a pedirle a los ángeles que nos ayudaran y nos sacaran de ahí… De repente apareció de la nada una camioneta blanca, paso por el lado de nosotras y el señor vestido de blanco, nos pregunto en un perfecto español que si estábamos perdidas!!!! Obviamente casi nos ponemos a llorar de la emoción, el señor nos llevo hasta la salida y nos dijo que podríamos haber caminado hasta la media noche y no habríamos llegado….. Cuando llegamos a la entrada, el señor que habíamos contratado para que nos llevara otra vez a Argentina ya no estaba, porque ya había pasado mucho tiempo, pero el señor de la camioneta (nuestro Ángel) nos dijo que no nos podía dejar ahí porque ese lado de Brasil era muy peligroso, así que muy amablemente empezó a andar hasta que lo encontramos!!! El señor nos bendijo y luego de dejarnos con el conductor que nos llevaba a Argentina, empezó a desaparecer en la oscuridad de la noche…….. No sabemos qué pasó, pero sentimos que un Ángel vino en nuestro rescate!!!
Testimonio
4 abril, 2019